he llegado a la conclusión
que el vagabundo no es mi amigo
no es malo no es bueno
es todo o nada
un desgraciado o un bienaventurado
pero NUNCA le des una moneda a Ese rostro añejo
si no te lo pide
porque no es la barba
es la risa malévola de la desesperación cumplida
y vos, un ridículo ante tu propio espíritu
has de desfallecer de verguenza ahí detrás de la puerta que se cierra
has de conseguir más escoria sobre la escoria de los valores antepasados
has de maldecir todas tus ropas y abrigos
a tu alimento
a tus padres
a el vagabundo mismo
a las formas y sucesos del mundo entero