no me uses más le dije, me digo, y un pequeño pájaro llora. Y que a pesar de la hierba reclinada y clara, con su alargada sombra, yo solo pienso en algo intangible y oscuro, oscuro y con letras rojas escuálidas, como de cuento de un fanático de vampiros. Y en el balde las gotas caen cada una a su respectivo tiempo. Y juro que caen en cámara lenta.
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