domingo, 22 de julio de 2012


él respira mi piel acartonada
está allí no está allí
pero absorbe
escribo con unas ganas de otras ganas
que no es gana en esencia
y escribo

me permito ver la tarde
rodeada de extraños y malhumores
la tarde gris me espera, tan gris el cielo como un escombro
la noche se avecina y ya entrará por mis manos que articularé
en movimientos
con ojos bien abiertos me invocaré, imaginaré algunas vidas.

vuelvo.
se que voy a terminar balbuceando acostada con ausencia, palabras de placer o llanto
y él ahí con su gran boca, de sonrisa retorcida
me muerde con sus caderas
me muerde, me agobia, me mantiene retenida y cautivada
bajo las conjunciones de los hilos de su cama

espero
llegar a llevar los días

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